domingo, 9 de mayo de 2010

Entre la docencia y mi profesión

Soy Químicofarmacobiologo de profesión y al terminar mi carrera en 1998, cursé un diplomado en Citogenética (análisis cromosómico) con duración de un año (1999-2000), y a partir de mayo de 2000 empecé a trabajar en un laboratorio de referencia de análisis clínicos. En abril de 2002 la profesora de química de la institución donde laboro, asciende a la dirección y me invita a cubrir su interinato. Cuando me hizo la invitación, le agradecí y le dije que después iba a llevar mis papeles, sin embargo no estaba convencida de la docencia, pues yo siempre me imaginé en un laboratorio detrás de un microscopio, así que pasó el tiempo y no llevé mis papeles. Al mes de la primera invitación me volvieron a llamar, que les urgía una maestra de química, y tan sólo por no dejar, acepté, llevé mis papeles, y empecé a dar clases.


Mi trabajo en el laboratorio implicaba dar muchas pláticas a médicos, sobretodo porque la citogenética no era muy conocida en el estado, de hecho yo soy la primera citogenetista, y hasta donde tengo conocimiento, creo que soy la única en Chiapas, así que el hecho de pararme frente a un grupo para dar una clase, o tratar un tema no me daba miedo, ni me ponía nerviosa, aún no lograba ver la dimensión de lo que estaba por iniciar, y la complicación se dio al ver que mi público no respondía de la misma forma que en mis pláticas, de manera que tuve que hacer muchas adecuaciones, platicar con muchos docentes, pedir consejos, apoyo de la orientadora, etc.,

Empecé a tomarle gusto a la docencia, en un principio compaginaba mis dos trabajos, el laboratorio en la mañana, donde todo era muy formal, puesto que yo trataba con puros médicos, todos mayores que yo, y la preparatoria en la tarde, donde vivía un ambiente completamente diferente, la grande ahora era yo, y así fue como me enganche con la docencia. Después, empecé a tomar más horas en la preparatoria y tuve que tomar una difícil decisión, dejar el laboratorio de tiempo completo y trabajar únicamente unas horas a la semana que es lo que actualmente hago.

La docencia llegó a mi vida simplemente por casualidad, pero hoy, 7 años después ya no lo es para mí, ha implicado mucho trabajo de mi parte, preparar mis clases, diseñar prácticas de laboratorio, planear actividades y dinámicas, calificar tareas, revisar reportes, elaborar exámenes y calificarlos, tomar cursos, en fin, muchas cosas. Aún no sé si tengo la vocación de ser maestro, de ser docente, pero si puedo decir que me gusta el trabajo que tengo, me agrada la idea de ser parte de algo tan importante como la educación, compartir lo poquito que sé, con los demás, contribuir con un granito de arena.

La formación de un ser humano implica una gran responsabilidad, y nosotros como docentes tenemos el presente y futuro de los muchachos en nuestras manos, y si hablamos de jóvenes de preparatoria es aún más importante lo que les damos y demostramos, puesto que la EMS es el punto de apoyo para que los muchachos decidan su futuro educativo y al mismo tiempo su futuro laboral. Entonces si ser docente implica responsabilidad, ser docente de EMS implica mucha más responsabilidad todavía, porque recibimos adolescentes-niños y egresamos adolescentes-adultos, que idealmente ya debieran tener un futuro mas o menos definido.

Como docente he tenido muchas satisfacciones, una de ellas es cuando logro que los muchachos realmente se interesen por aprender y no por pasar la materia, así la química deja de ser una materia difícil para estar al alcance de todos, y al menos en este último ciclo escolar varios de mis alumnos tomaron el área de la química para su formación profesional. He llevado algunos alumnos para participar en diferentes concursos de aprovechamiento y prototipos y hemos clasificado a los concursos estatales.

Otra es ver lo que represento para los muchachos, el que me vean no sólo como su maestra o como una persona que sabe algo, sino que se me acercan no únicamente para preguntarme dudas sobre la clase, sino también para contarme sus problemas, pedirme consejo sobre diferentes temas, me cuentan sus anécdotas, chistes, cosas que les pasan, me invitan a las celebraciones del grupo, en fin, aún a pesar de que me consideran estricta o dura dentro del aula, saben que fuera de ella puedo ser una amiga para ellos.

Y claro, no todo es miel sobre hojuelas, este es un dicho clásico en mi estado y significa que no todo es amor y belleza, también me he topado con la pared. Me he encontrado con muchos chicos que no les interesa aprender, que están en la escuela sólo porque sus papás los obligan, o bien sólo para hacer vida social, y aún cuando tratamos de encarrilarlos, no lo conseguimos. Esto respecto a los alumnos, en cuanto a mi entorno de trabajo, en este momento es algo tenso, debido a problemillas que surgieron por un cambio de director, lo cual enrarece el ambiente.

Algo importante que en lo personal me causa mucho ruido, es el nuevo reglamento de acreditación que viene manejándose desde hace dos años, en donde pareciera que se le dan armas a los alumnos para flojear más y estudiar menos. Y aún cuando los maestros protestamos por ello, no nos hicieron ningún caso.

Pero bueno, siempre habrán cosas que nos gusten y cosas que no, como dicen por ahí, si todo fuera bonito, la vida no tendría sabor, y tal vez, no la disfrutaríamos tanto. Estos 7 años como docente me han dejado muchos y muy diversos sabores de boca, alegrías, corajes, tristezas, orgullos, etc. Y aquí seguimos, tratando de que cada vez se escriban más cosas positivas que negativas.

2 comentarios:

  1. Creo que si tienes la vocación de ser profesora, ya que después de 7 años y haber dejado el trabajo que tanto te gusta, solo se hace por vocación y además es de tu agrado. Estoy seguro que seguiras con el interes de un laboratorio, aunque en la asignatura de química tenga uno parecido, pero eso es parte de tu naturaleza y es posible que muy pronto lo consigas. Felicidades por el día de las Madres, porque esa también es una profesión a la que llegan menos mujeres en la actualidad, pero que sin lugar a dudas te hacen ser una mujer mas completa y por tanto mejor profesora, también el haber trabajado en el área de tu conocimiento consigue en tu clase el respeto de los estudiantes y un ejemplo a seguir de los estudiantes que gustan de las asignaturas que impartes. Felicidades por todo lo logrado y lo que falta.

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  2. ¡Feliciades Liliana mi estimada tocaya BUAP. Buen blogerr solo falta tu fotografía para redondear tus logros. Ya vez mi traba fue la maquina con sus programas arcaicos. Bye.

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